Según las estadísticas oficiales de siniestralidad, más del 35% de las bajas laborales asociadas al puesto de trabajo en España, están relacionadas con problemas osteomusculares, y de éstas, aproximadamente el 26% se producen en el Sector de la Industria. A nivel europeo se estima un coste de los trastornos músculoesqueléticos relacionados con el trabajo entre el 0,5% y el 2% del PIB y se señalan los factores ergonómicos como una de las prioridades de investigación e intervención.

Es evidente, por tanto, el impacto sobre la productividad de una deficiente planificación preventiva en las empresas en relación a los riesgos ergonómicos, a la vez que es conocida la gran cantidad de casos en los que una intervención ergonómica adecuada ha promovido mejoras, tanto en las salud de los trabajadores, como en la productividad de las empresas.

Las evaluaciones ergonómicas pueden ayudar a identificar los factores de riesgo asociados a los trastornos músculo-esqueléticos en los puestos de trabajo y en base a los resultados obtenidos, rediseñarlos con el objeto de eliminar o reducir el riesgo y situarlos en niveles aceptables de exposición para el trabajador.